El movimiento ‘slow’ aboga por terapias más humanas para los ancianos.
Hace unos años irrumpió el movimiento slow food, en contraposición al fast food, la alimentación rápida y perjudicial para la salud. Ahora, especialistas de la escuela de medicina de la Universidad de Dartmouth, en Estados Unidos, han acuñado un nuevo término que invita a la reflexión: la slow medicine o medicina sin prisas, que exhorta a los médicos a pensar con tranquilidad antes de aplicar en los ancianos tratamientos que pueden implicar altos riesgos y resultados limitados. En definitiva, propone reflexionar sobre los excesos de una medicina hipertecnificada en los mayores.